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Sindrome de Sjögren
08.02.2014 16:29Lesiones frecuentes de la Cavidad Bucal
13.10.2013 04:21MANEJO DE PACIENTES EN ESTADO DE ANEMIA
02.10.2013 02:07MANEJO DE PACIENTES CON HEPATITIS
30.09.2013 20:39HEPATITIS VIRAL
Aunque se han reportado varios virus hepatotrópicos convencionales responsables de la hepatitis viral, han sido descritos 7 tipos principales de hepatitis de origen viral y son: de tipo A, B, C, D, E, F Y G. La hepatitis tipo B parece tener la mayor repercusión odontológica, aunque la C tiene muchos rasgos en común con ella, la hepatitis tipo A es la más frecuente y a la vez, la más benigna, es poco agresiva y no deja secuelas, muy por el contrario con lo que acontece con la hepatitis tipo B.
Todos los virus hepatotrópicos tienen la capacidad de desarrollar infección aguda del hígado pero sólo las B, C y D ocasionan formas crónicas de enfermedad
1.1. COMPLICACIONES ORALES
La única complicación oral asociada con la hepatitis es la posibilidad de hemorragias en los casos de lesión hepática importante. Antes de llevar a cabo cualquier tipo de cirugía debe comprobarse el tiempo de protrombina para asegurarse de que es inferior a dos veces el normal (valor normal: 11-14 segundos). Si fuera superior a 28 segundos, existe la posibilidad de hemorragia postoperatoria grave. En este caso deben evitarse procedimientos quirúrgicos extensos. Si se requiere cirugía, hay que comentar con el médico la posibilidad de administrar una inyección de vitamina K, que normalmente corregirá el problema. También es aconsejable controlar el tiempo de hemorragia para comprobar la función plaquetaria, ya que la lesión hepática puede producir una reducción del recuento plaquetario. El tiempo de hemorragia debe ser inferior a 7 minutos. Los valores que excedan de 20 minutos pueden necesitar reposición plaquetaria previa a la cirugía y deben comentarse con el médico del paciente.
1.2. MANEJO DENTAL DEL PACIENTE
§ Un paciente con antecedentes de algún tipo de hepatitis viral, en particular la de tipo B, obliga al clínico dental a indagar sobre tres aspectos fundamentales:
o Confirmación del diagnóstico.
o Daño hepático acumulado, condición funcional.
o Condición hepática, metabólica y hemostática, y potencial infectante.
1.2.1. REPERCUSIONES EN EL MANEJO ODONTOLÓGICO Y LA CONDICIÓN BUCAL
En los casos de hepatitis viral aguda debe obrarse con cautela debido al riesgo de infección, por lo que el manejo sintomatológico de urgencias dentales estará indicado en lugar del tratamiento típico. En la fase preictérica, el paciente puede sólo presentar signos inespecíficos de afección gastrointestinal como náusea, vómito anorexia, dolor músculo-articular, malestar y fiebre, lo que puede encubrir al no haber cambios característicos bucales, el diagnóstico de hepatitis y exponer al dentista, a su personal y a otros pacientes al contagio por algún tipo de hepatitis viral. La fase ictérica presenta cambios de coloración en piel y mucosa observándose amarillentas (piel cobriza en personas morenas).
En la fase de convalecencia o posictérica se observa la desaparición de la mayor parte de los síntomas, pero la hepatomegalia y una función hepática anormal pueden persistir por más de cuatro meses, que es el período común de recuperación clínica y bioquímica, esto obliga a descartar la persistencia de seropositividad de BSA cuando no se dispongan de datos específicos sin importar el lapso que hubiera transcurrido desde el inicio de la enfermedad, así involucre años. La determinación del estado de portador crónico es fundamental para la práctica clínica dental. Además debe considerarse que la disfunción hepática, cualquiera que sea su origen, puede llevar a eventos hemorrágicos espontáneos o provocados.
1.2.2. CONSIDERACIONES Y RESTRICCIONES DURANTE LA CONSULTA
Medidas antes y durante el tratamiento:
1. Es preferible estar inmunizado y usar ropa de tipo quirúrgico desechable.
2. Escoger horarios de poca actividad en el consultorio o restringir la actividad clínica en él.
3. Restringir el área de trabajo, preparando anticipadamente lo requerido para el acto operatorio:
a. Instrumental, material y equipo.
b. Elementos para limpieza y desinfección.
c. Implementar técnicas de barrera.
4. Extremar técnicas de barrera en pacientes, operadores y área operatoria (piso, sillón, mangueras, lámparas y unidad dental). Emplear la mayor cantidad de material e instrumental desechables.
5. Programar el mayor número de procedimientos posibles por sesión. Reducir al máximo el número de sesiones de tratamiento.
6. Uso de succión quirúrgica y/o dique de hule.
7. Preparar gasas y toallas humedecidas con material desinfectante para limpieza de instrumental, área de trabajo y eliminación de contaminantes.
8. Evitar autopunciones y daño tisular. En tal caso desinfecte y aplique suero hiperinmune.
Medidas después del tratamiento:
1. Colocar en una bolsa identificable (doble bolsa), todo el material desechable. Usar contenedores rígidos para desechar instrumentos punzocortantes.
2. Entregar dicha bolsa a un hospital u otro centro autorizado en la localidad para su incineración. Esterilice contenedores rígidos en autoclave antes de disponer de ellos.
3. Sumergir el instrumental utilizado en desinfectante concentrado (de preferencia glutaraldehido). Después de un tiempo suficiente de desinfección: limpiar y esterilizar.
4. Desinfectar el área operatoria: pisos, mobiliario.
5. Las manos deben ser protegidas con guantes, de preferencia de uso pesado para la ejecución de las tareas anteriores. Finalmente las manos deben ser desinfectadas con jabones a base de clorhexidina u otro desinfectante potente.
MANEJO DE PACIENTES CON DIABETES MELLITUS
30.09.2013 15:43DIABETES MELLITUS
La diabetes es un desorden del metabolismo (proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía). La insulina es una hormona segregada por el páncreas, y es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. En personas con diabetes, uno de dos componentes de este sistema falla:
· Diabetes TIPO I: El páncreas no produce, o produce poca insulina.
· Diabetes TIPO II: Las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce.
CLASIFICACION Y CARACTERISTICAS CLINICAS
Tipo I (Insulinodependiente): Deficiencia absoluta de insulina por destrucción de las células ß de la glándula (páncreas), relacionados con procesos autoinmunitarios o de etiología desconocida. Mayormente se presenta en niños y jóvenes (diabetes juvenil) y exige administración de insulina de por vida.
Tipo II (No insulinodependiente): Debido a una disminución del efecto de la insulina, se manifiesta en el adulto, generalmente en individuos con sobrepeso. Existe hiposensibilidad a la insulina y la enfermedad puede tener una base hereditaria. El control metabólico se monitoriza determinando la hemoglobina/proteína glucosilada, este tipo de diabetes se trata con dieta, antidiabéticos orales e insulina en los casos de evolución complicada. En los obesos, la reducción de peso puede mejorar la situación metabólica.
1.1. MANIFESTACIONES ORALES
· Aliento cetónico: Observable en pacientes diabéticos tipo I, en descompensaciones superiores a 160mg de glucosa / dl. de sangre.
· Alteraciones reparativas y regenerativas: Cambios frecuentes en las mucosas orales y tejidos periodontales, se puede observar una cicatrización retardada con defectos remanentes y susceptibilidad a infecciones agregadas (las células del área agredida no dispondrían del volumen de aminoácidos que requieren para la formación de tejido colágeno y de sustancias glucoproteicas intercelulares requeridas para el restablecimiento del tejido dañado), provocando la implantación microbiana.
· Atrofia de la mucosa: La atrofia caracterizada por adelgazamiento y eritema de la mucosa, la vuelve más sensible a la agresión física, a alteraciones sensitivas a las agresiones químicas y microbianas, así mismo puede dar como sintomatología como dolor ardor y cambios gustativos.
· Riesgo infeccioso: La disminución en la velocidad de duplicación y en el grosor tisular puede causar serios cambios en la maduración de la cobertura epitelial, lo que hace sensible a la adherencia microbiana de patógenos diferentes, a los que puede fijar cuando la mucosa está funcional o metabólicamente intacta. Esto tiene implicaciones en las potenciales estomatitis infecciosas y la respuesta a la presencia microbiana en la enfermedad periodontal.
· Riesgo de sangrado: Principalmente posquirúrgico, de carácter inmediato por la mala calidad de la herida y posible inflamación gingival/periodontal local agregada.
· Hiposalivación: Las glándulas salivales se distinguen por el alto consumo energético requerido en la producción salival, de tal manera que en diabetes sin tratamiento o mal manejados, la secreción de saliva puede disminuir.
· Enfermedad periodontal: Clínica y radiográficamente se observa una pérdida aumentada y acelerada de hueso alveolar, con profundización de bolsas con ocasionales agudizaciones piógenas, todo tratamiento dependerá del tipo de diabetes.
· Caries e hipoplasia: La saliva lleva minerales y compuestos iónicos, su carencia puede afectar a la superficie adamantina, exponiéndola a ser estructuralmente más frágil y sensible a la caries. Existe una mayor incidencia de defectos hipoplásicos en el esmalte, así como alteración en la formación y erupción dental por efectos de la hiperglucemia en etapas del desarrollo dental del niño o adolescente.
1.2. MANEJO ODONTOLÓGICO EN DIABETES
· Los diabéticos previamente diagnosticados que no sigan tratamiento o de quienes se sospeche que la terapia no está siendo seguida adecuadamente, remitir al médico para que revalore el caso.
· La primera indicación que debe darse al diabético es que no altere su ingesta y el tratamiento, procurando el equilibrio medicamento – dieta, enfatizar sobre no alterarlos por causa exclusiva de la consulta dental y puntualizar el hecho de no asistir en ayuno para evitar la posibilidad de descompensación (hipoglucemia).
· A un paciente que durante la consulta presente signos de descompensación, sin importar si ésta es hiperglucémico o hipoglucémico, se le debe proveer glucosa por vía oral o parenteral si hubiera pérdida de la conciencia.
· Un diabético que presenta ansiedad, sudoración, cambios cardiovasculares y hambre puede presentar un estado hipoglucémico por lo que debe proveerse al paciente de bebidas dulces como jugos o té azucarado; en caso de inconsciencia debe aplicarse glucosa por vía intravenosa para estabilizarlo.
· Cualquier tipo de tratamiento dental debe iniciarse hasta saber si el paciente está adecuadamente controlado de acuerdo con su condición individual.
· Para manipulaciones quirúrgicas que incluyan extracciones, cirugía periodontal, cirugía bucal y maxilofacial, el control adecuado es necesario, pues no sólo se está expuesto a descompensaciones metabólicas, sino a complicaciones por deficiente reparación retardada, infección y sangrado secundario por defectos en la herida.
· Tratándose de una emergencia las cifras menores a 180 mg/dL brindan un margen de seguridad en cuanto a sangrado; sin embargo, los riesgos de infección y reparación, seguirán comprometiendo el pronóstico del paciente.
· Se pueden presentar sangrados postoperatorios al segundo o tercer día, por disolución exagerada de coágulos.
· Las infecciones, sobre todo las piógenas, deben atacarse firmemente por medio de medidas locales y sistémicas.
· Hacer manipulaciones dentales y quirúrgicas, hasta asegurarse que la condición pulpar (periapical) y periodontal de los pacientes sea óptima.
MANEJO DE PACIENTES HIPERTENSOS
30.09.2013 15:01MANEJO DE PACIENTES CON ARRITMIAS
30.09.2013 13:34ARRITMIA
Es el término genérico que se emplea para un grupo de trastornos de la conducción de los impulsos eléctricos del corazón. Cuando se presentan contracciones anormalmente rápidas de origen auricular, auriculo-ventriculares o de los ventrículos; Se definen como Taquiarritmias, las alteraciones que provocan ritmos rápidos (taquicardia) o adelantados (extrasístole); Mientras que las Bradirritmias, son las alteraciones que provocan ritmos lentos (bradicardia) o retrasados (escapes).
1.1. MANIFESTACIONES ORALES
No existen propiamente manifestaciones de arritmia en la cavidad oral; Sin embargo, tal como sucede en otro tipo de enfermedades cardiovasculares, los fármacos para el control de este trastorno pueden producir algún tipo de lesión o alteración.
· Hiposalivación.
· Lesiones petequiales.
· Tendencia a hemorragia.
· Trastornos del gusto o sabor amargo constante.
1.2. MANEJO ODONTOLÓGICO
· Consultar con el médico tratante sobre el tipo de arritmia y su tratamiento.
· Está contraindicado tratar en la consulta dental a pacientes con arritmia sin diagnóstico, que hubieran abandonado el tratamiento o que no respondan al manejo farmacológico.
· Tomar signos vitales en cada cita. Ante cifras superiores a 20% de la presión arterial basal, irregularidades en el pulso, frecuencia cardiaca > a 100 o < 60 latidos/minuto, suspender la consulta y remitir al paciente con el médico.
· En caso de daño valvular o cardiopatía congénita, prescribir profilaxis antibiótica para evitar endocarditis bacteriana. La administración de 2 g de amoxicilina por vía oral, una hora antes del procedimiento.
Identificar a los portadores de marcapaso y evitar en ellos el uso de radiación electromagnética: bisturí eléctrico o escariador ultrasónico.