MANEJO DE PACIENTES CON DIABETES MELLITUS
DIABETES MELLITUS
La diabetes es un desorden del metabolismo (proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía). La insulina es una hormona segregada por el páncreas, y es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. En personas con diabetes, uno de dos componentes de este sistema falla:
· Diabetes TIPO I: El páncreas no produce, o produce poca insulina.
· Diabetes TIPO II: Las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce.
CLASIFICACION Y CARACTERISTICAS CLINICAS
Tipo I (Insulinodependiente): Deficiencia absoluta de insulina por destrucción de las células ß de la glándula (páncreas), relacionados con procesos autoinmunitarios o de etiología desconocida. Mayormente se presenta en niños y jóvenes (diabetes juvenil) y exige administración de insulina de por vida.
Tipo II (No insulinodependiente): Debido a una disminución del efecto de la insulina, se manifiesta en el adulto, generalmente en individuos con sobrepeso. Existe hiposensibilidad a la insulina y la enfermedad puede tener una base hereditaria. El control metabólico se monitoriza determinando la hemoglobina/proteína glucosilada, este tipo de diabetes se trata con dieta, antidiabéticos orales e insulina en los casos de evolución complicada. En los obesos, la reducción de peso puede mejorar la situación metabólica.
1.1. MANIFESTACIONES ORALES
· Aliento cetónico: Observable en pacientes diabéticos tipo I, en descompensaciones superiores a 160mg de glucosa / dl. de sangre.
· Alteraciones reparativas y regenerativas: Cambios frecuentes en las mucosas orales y tejidos periodontales, se puede observar una cicatrización retardada con defectos remanentes y susceptibilidad a infecciones agregadas (las células del área agredida no dispondrían del volumen de aminoácidos que requieren para la formación de tejido colágeno y de sustancias glucoproteicas intercelulares requeridas para el restablecimiento del tejido dañado), provocando la implantación microbiana.
· Atrofia de la mucosa: La atrofia caracterizada por adelgazamiento y eritema de la mucosa, la vuelve más sensible a la agresión física, a alteraciones sensitivas a las agresiones químicas y microbianas, así mismo puede dar como sintomatología como dolor ardor y cambios gustativos.
· Riesgo infeccioso: La disminución en la velocidad de duplicación y en el grosor tisular puede causar serios cambios en la maduración de la cobertura epitelial, lo que hace sensible a la adherencia microbiana de patógenos diferentes, a los que puede fijar cuando la mucosa está funcional o metabólicamente intacta. Esto tiene implicaciones en las potenciales estomatitis infecciosas y la respuesta a la presencia microbiana en la enfermedad periodontal.
· Riesgo de sangrado: Principalmente posquirúrgico, de carácter inmediato por la mala calidad de la herida y posible inflamación gingival/periodontal local agregada.
· Hiposalivación: Las glándulas salivales se distinguen por el alto consumo energético requerido en la producción salival, de tal manera que en diabetes sin tratamiento o mal manejados, la secreción de saliva puede disminuir.
· Enfermedad periodontal: Clínica y radiográficamente se observa una pérdida aumentada y acelerada de hueso alveolar, con profundización de bolsas con ocasionales agudizaciones piógenas, todo tratamiento dependerá del tipo de diabetes.
· Caries e hipoplasia: La saliva lleva minerales y compuestos iónicos, su carencia puede afectar a la superficie adamantina, exponiéndola a ser estructuralmente más frágil y sensible a la caries. Existe una mayor incidencia de defectos hipoplásicos en el esmalte, así como alteración en la formación y erupción dental por efectos de la hiperglucemia en etapas del desarrollo dental del niño o adolescente.
1.2. MANEJO ODONTOLÓGICO EN DIABETES
· Los diabéticos previamente diagnosticados que no sigan tratamiento o de quienes se sospeche que la terapia no está siendo seguida adecuadamente, remitir al médico para que revalore el caso.
· La primera indicación que debe darse al diabético es que no altere su ingesta y el tratamiento, procurando el equilibrio medicamento – dieta, enfatizar sobre no alterarlos por causa exclusiva de la consulta dental y puntualizar el hecho de no asistir en ayuno para evitar la posibilidad de descompensación (hipoglucemia).
· A un paciente que durante la consulta presente signos de descompensación, sin importar si ésta es hiperglucémico o hipoglucémico, se le debe proveer glucosa por vía oral o parenteral si hubiera pérdida de la conciencia.
· Un diabético que presenta ansiedad, sudoración, cambios cardiovasculares y hambre puede presentar un estado hipoglucémico por lo que debe proveerse al paciente de bebidas dulces como jugos o té azucarado; en caso de inconsciencia debe aplicarse glucosa por vía intravenosa para estabilizarlo.
· Cualquier tipo de tratamiento dental debe iniciarse hasta saber si el paciente está adecuadamente controlado de acuerdo con su condición individual.
· Para manipulaciones quirúrgicas que incluyan extracciones, cirugía periodontal, cirugía bucal y maxilofacial, el control adecuado es necesario, pues no sólo se está expuesto a descompensaciones metabólicas, sino a complicaciones por deficiente reparación retardada, infección y sangrado secundario por defectos en la herida.
· Tratándose de una emergencia las cifras menores a 180 mg/dL brindan un margen de seguridad en cuanto a sangrado; sin embargo, los riesgos de infección y reparación, seguirán comprometiendo el pronóstico del paciente.
· Se pueden presentar sangrados postoperatorios al segundo o tercer día, por disolución exagerada de coágulos.
· Las infecciones, sobre todo las piógenas, deben atacarse firmemente por medio de medidas locales y sistémicas.
· Hacer manipulaciones dentales y quirúrgicas, hasta asegurarse que la condición pulpar (periapical) y periodontal de los pacientes sea óptima.