Síndrome de Boca Ardiente
El síndrome de la boca ardiente (SBA) es un cuadro clínico muy frecuente, caracterizado por una sensación espontánea mal descrita por el paciente como quemazón, ardor, escozor, que afecta la mucosa bucal, generalmente en ausencia de datos clínicos y de laboratorio que justifiquen estos síntomas. La zona de mayor afectación es la lengua (punta y bordes), por lo que se le ha llamado "glosodinia" y "glosopirosis" (lengua ardiente). Comúnmente, además de ardor, los pacientes experimentan síntomas tales como alteración del gusto, sensación punzante, sequedad, intolerancia a las prótesis. Es más frecuente en mujeres en edades medias-altas de la vida.
La sintomatología ha sido descrita como una molestia continua, con periodos de agudización (crisis), pero en general de tipo crónico, de inicio espontáneo, sin factor identificable de precipitación, a no ser el estrés y otros factores psicológicos. Aproximadamente 1/3 de los pacientes relaciona la aparición de los síntomas con un tratamiento odontológico, una enfermedad reciente o una medicación no habitual (incluyendo antibióticos). Sin importar la naturaleza de la molestia, una vez que ésta aparece puede persistir muchos años.
El sitio de afectación más frecuente es la lengua (67,9%), siendo más específicamente la punta y los bordes de ésta los más molestos. En segundo lugar de frecuencia de afectación, para algunos autores, se encuentra en la porción mucosa del labio inferior y el paladar duro. Por el contrario, según Bergdahl y Bergdahl, la segunda zona de la cavidad bucal más afectada por la molestia es la encía, en un 11,3%. Algunos pacientes no saben definir qué zona es la que le molesta más; por esto suelen expresar que sienten ardor en "toda la boca". En un estudio realizado por Chimenos y cols, de un total 44 pacientes, 32 refirieron solo afectación lingual y los 12 restantes afectación añadida de otras zonas de la cavidad bucal.
El ardor bucal suele aumentar progresivamente durante el día, alcanzando su intensidad más alta al final de la tarde. En la mayoría de los pacientes el dolor está ausente por la noche; normalmente no los despierta, pero les dificulta conciliar el sueño. Estos pacientes presentan a menudo cambios de humor, incluyendo irritabilidad, ansiedad y depresión.
Se debe eliminar todo factor local o sistémico que afecte la mucosa, como por ejemplo alergias de contacto; deben controlarse los hábitos parafuncionales; deben instaurarse terapias sustitutivas (en caso de deficiencias vitamínicas y minerales). Muchos de estos pacientes toman fármacos potencialmente xerostomizantes (principalmente antihipertensivos, ansiolíticos y antidepresivos) entre otros. El tratamiento de este síndrome usualmente está orientado hacia la sintomatología y es similar al tratamiento clínico de otras neuropatías dolorosas.
Es fundamental realizar una historia clínica completa y exhaustiva, para diagnosticar y tratar a cualquier paciente con SBA. Debido a la característica multifactorial de su etiología, no existe un tratamiento establecido para esta entidad clínica, por lo que empíricamente se dan indicaciones para mejorar la sintomatología. La identificación del principal factor (o factores) etiológico, local, sistémico o psicógeno puede guiar al profesional a un correcto diagnóstico y tratamiento exitoso.
Fuente: Odontoespacio